¿Qué es el poliamor?

El poliamor se refiere a la capacidad de tener múltiples relaciones íntimas, sexuales y/o emocionales al mismo tiempo, con el consentimiento explícito de todos los socios.

También puede definirse como “no monogamia ética”, y no debe confundirse con la más famosa “poligamia”: esta última de hecho indica exclusivamente la unión marital de un individuo con dos o más individuos del sexo opuesto.

El poliamor, por otro lado, es una forma diferente de experimentar las relaciones: quienes comparten la filosofía poliamorosa pueden experimentar diferentes formas de relaciones “abiertas”, y todas estas relaciones deben tener en común los elementos del consentimiento informado, la honestidad y la transparencia.

Lo importante es no querer limitar la sexualidad y/o el afecto de una potencial pareja, pero sin mentir: la traición y las relaciones adúlteras no forman parte del poliamor.

Es posible, por ejemplo, que en una pareja una persona sea monógama y otra poliamorosa: la primera no tendrá otras relaciones, pero es consciente de que la segunda podría tenerlas, siempre y sólo después de haber recibido el consentimiento de todos los implicados.

También existen las que conocemos como “parejas abiertas”: parejas poliamorosas en las que ambos acuerdan ser los “socios principales”, pero con la posibilidad de tener relaciones “secundarias”.

O también las relaciones formadas por tres o más personas en las que todos tienen el mismo “valor” dentro de la relación, así como aquellos que deciden frecuentar a varias parejas sin que se conozcan entre sí, aunque todos sean siempre conscientes de que no son los únicos.

Quienes practican el poliamor ven las relaciones como algo en continua evolución, sin imponerse permanecer juntos toda la vida: la calidad de una relación no se mide exclusivamente por su duración, sino que se tienen en cuenta otros factores como el bienestar, la felicidad y el placer de ser uno mismo, siempre y en cualquier caso.

Gracias también a esta transparencia, sinceridad y libertad de expresión, las relaciones poliamorosas pueden ser igualmente duraderas y no menos superficiales que las relaciones monógamas: de hecho, hay numerosos casos de convivientes o familias poli que permanecen juntas durante años y años.

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